Al pensar en la palabra conflicto generalmente le damos una connotación negativa e inclusive puede evocar en nosotros sentimientos de pesadez, frustración y molestia, sin embargo, por contradictorio que parezca podemos darle una perspectiva positiva y verlo como una oportunidad para poner en práctica aquellos recursos personales con los que contamos para resolverlo y obtener un aprendizaje que nos ayude a afrontar de una mejor manera futuras situaciones que impliquen un reto para nosotros, tomando en cuenta que el conflicto es algo inevitable en nuestras vidas.
Cuando hablamos de conflictos en empresas familiares, estos pueden surgir por infinidad de motivos, pero la particularidad de este tipo de conflictos es que si éstos no se gestionan de una forma adecuada existe un doble riesgo para la familia, por una parte, la desaparición de la empresa y por otra la ruptura de sus relaciones.
Si bien una familia empresaria puede tener toda la capacidad para resolver sus propios conflictos por si misma, existen situaciones en las cuales estos conflictos pueden ir escalando y por lo tanto la comunicación entre sus miembros se vuelve más complicada, por lo que existen opciones que permiten a las familias a encontrar una o varias soluciones a las controversias que presentan en sus empresas como lo es la Mediación, la cual ofrece muchas ventajas entre las que se encuentran:
- Acuerdos duraderos a lo largo del tiempo.
La mediación contribuye a que los miembros de una familia mejoren su comunicación, permitiendo que cada uno de ellos expresen sus necesidades a la vez que escuchan las de los demás, de tal forma que los acuerdos que van surgiendo son con base a sus propios valores, creencias y recursos personales acordes a la misión y visión de la empresa, generando un sentimiento de pertenencia que los motiva a cumplir con los mismos.
- Clarificación de los roles.
Uno de los principales conflictos que se puede dar en una empresa familiar es determinar el nivel de participación de sus integrantes o de los futuros colaboradores y/o accionistas (hijos, nietos o familia política), establecer las reglas para hacerlo suele ser difícil para los miembros de la familia que dirigen la empresa, pero contar con un mediador contribuye a que los mismos aprendan a tener una adecuada gestión de sus emociones y a tomar decisiones al hablar sobre este tipo de temas.
- Ahorro de tiempo.
Implica un ahorro de tiempo, ya que son los mismos miembros de la familia los que deciden en que momento y en cuanto tiempo van a resolver sus conflictos. A diferencia de un juicio en el que las partes se tienen que someter a los tiempos judiciales que suelen ser muy tardados.
Por éstas y muchas otras ventajas más la Mediación se presenta como una opción totalmente viable para la resolución de conflictos en empresas familiares.
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