“No basta con diseñar e implementar controles para una mejor administración de riesgos, hay que evaluar el cumplimiento de manera periódica”
Una característica de las empresas exitosas es su formalidad en la implementación del proceso administrativo que como sabemos consta de cuatro etapas: planeación, organización, dirección y el control; y esta última etapa del control, implica la supervisión en todos los niveles y es cuando la empresa comienza a requerir que se implemente la supervisión formal por un área independiente de la operación, la cual aporte opiniones objetivas sobre los resultados obtenidos en las acciones realizadas y el correcto cumplimiento a lo establecido en las tres etapas anteriores.
La mejor manera de cumplir de manera integral con la etapa de control del proceso administrativo en una empresa es estableciendo los servicios de auditoría interna.
El trabajo de auditoría interna en la empresa se fundamenta precisamente en la fase de control del proceso administrativo y los auditores cumplen, cuando llevan a cabo la verificación de lo realizado, comparado contra los objetivos planeados en cuanto a cómo se organizaron para cumplir los planes y cómo fueron debidamente dirigidos por los puestos superiores de los distintos mandos del organigrama para obtener los resultados esperados.
Es importante considerar que el proceso administrativo en sentido inverso no es posible, o sea que no podemos controlar lo que no sabemos dirigir ni podemos dirigir lo que no está debidamente organizado ni organizar lo que no hemos planeado de manera formal.
La auditoría interna funciona en empresas con cierto nivel de organización empresarial, porque las empresas desorganizadas no necesitan auditoria interna, necesitan organización administrativa. El trabajo que se espera de auditoria interna es precisamente diagnosticar si los procedimientos establecidos cumplen debidamente con la planeación y si la dirección está supervisando y adoptando las decisiones acertadas hacia al logro sobresaliente y exitoso de los objetivos planeados.
Implementar el área de auditoria interna en la empresa es institucionalizar la verificación continua del control en nuestra empresa, es buscar la excelencia con miras hacia hacer realidad nuestra visión empresarial.
CONCLUSIÓN
Tener un departamento de auditoria interna en la empresa es contar con el ciclo completo del proceso administrativo, formalizando la etapa de control para lograr una seguridad razonable sobre la forma de hacer las cosas, contando con una opinión interna que, de manera independiente y sin conflictos de interés, nos aporten las recomendaciones sobre oportunidades para lograr un mejor desempeño ya que los auditores internos precisamente su función es presentar recomendaciones que promuevan la eficiencia.
M.A. Carlos Alberto Pereira Palomo